En diciembre del año pasado a un muy buen amigo, de esos que con solo verlos se te ilumina el alma, le dieron una noticia tan pero tan terrible que mejor le hubiesen dado un balazo.
Su esposa y su hija habian tenido un accidente en las cercanias de Fusagasugá y las dos habían muerto. Mi amigo es un muerto andante como el dice, pero muerto y todo tiene la valentía de hacer de su dolor poema.
Ese muerto me saluda por Chat y me comparte ésto : Canción para Eliana, fragmento.
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